El tipo de llamamiento a plataforma social que me gustaría leer

Los ciudadanos nos sentimos poco o nada representados y respetados por las instituciones del estado y sus gestores. Sentimos que han llegado a un punto, en el que  han olvidado a quienes representan o aportan perspectivas tan endogámicas y maniqueas, que crean división y confrontación.

Se han convertido en un lastre y una lacra para el resto de la sociedad y nos está llevando a pensar que la democracia, en lugar de liberar, oprime.

Es preocupante el escaso reflejo que nuestra voluntad ciudadana tiene en las decisiones de quienes, en teoría, nos representan. Como preocupante es el incremento en el número de ciudadanos que los vemos como referentes de corrupción, ineficacia e incumplimientos, en vez de tenerlos como referentes de ética, buen hacer o credibilidad.

La democracia no debería de ser la historia de la “victoria” y la imposición, sino la representación e integración de la pluralidad, la diversidad y la tolerancia. Debiera ser el gobierno de los mejores, aquellos a quienes sus pares pedimos que nos representen, por  honestidad, profesionalidad, buen hacer y espíritu social a lo largo de una vida.

Hoy tenemos «dirigentes» de profesión, sin experiencia en lo que intentan solucionar. Juegan con una supuesta mayoría electoral para tomar medidas que “obviaron” en su discurso o, incluso, contrarias a él.

Nuestra confianza se ha roto. Creemos que, al igual que como sociedad estamos en plena evolución, con nuevas tecnologías y competencias, hemos de actualizar y renovar nuestro sistema de representación, hacia uno que realmente nos represente y nos beneficie a todos.

La tecnología ha alcanzado el nivel suficiente como para permitirnos el ejercicio directo de decisión y de representarnos a nosotros mismos. Lo cual nos parece quizás utópico, puesto que la labor de guía o dirección de personas con criterio y experiencia, es fundamental para llevar a buen término un proyecto conjunto.

Del rechazo pasivo, la abstención, la crítica abierta, pasemos a la acción. Retomemos nuestra responsabilidad, el poder de decisión que delegamos. Tenemos referentes, como el sistema suizo, que permite realizar consultas para asuntos importantes desde hace 400 años (y sin la tecnología actual) o  el islandés, por el que Islandia decidió, hace relativamente poco, que quien especuló, es quien ha de responsabilizarse de sus consecuencias.

Necesitamos crear una plataforma desde la cual transmitir a nuestros dirigentes si las medidas que proponen, las revocamos o las aceptamos o si pensamos que se pueden mejorar y recuperar nuestro derecho democrático a decidir y a acordar los detalles del camino por el que discurra nuestro futuro. Nuestra pluralidad y diversidad es nuestro valor añadido. Nos enriquece como individuos y como colectivo. Aprovechémosla.

Quienes firmamos esta declaración, hacemos un llamamiento a todos a construir una Plataforma de Decisión Ciudadana, que nos permita representarnos o transmitir a nuestros representantes qué o cómo queremos que actúen, por ejemplo.

Cuantos más seamos, más perspectivas respecto a una solución podremos dar y más fuerza tendremos para que la lleven a cabo. Por eso os hacemos un llamamiento para que nos ayudéis a difundir esta idea y a darle forma.

¡Anímate! Es por nuestro futuro. Unámonos, la unión hace la fuerza :-)

Documento base: RedDeIdeas (@jivago)